¿A quién echamos la bronca si la ropa encoge o destiñe?
Todo empieza por darse cuenta de que no hace falta leerse 50 páginas de instrucciones del lavarropas. Existen consejos sencillos para evitar la mayoría de los riesgos.
Empezamos con un programa de lavado conservador, que rondaría en los 30 grados de temperatura. Lavamos las prendas más sensibles (o las que tengas más cariño) a mano, controlando la medida de jabón y siguiendo las indicaciones de las etiquetas de las prendas.
Y si alguno piensa que hay arquitectos que hacen casas sin terraza ni tendedero, no se preocupen que existe TENDER® para secar y cuidar toda la ropa. Cada uno de los modelos se adapta a los diferentes espacios del hogar. Lo ideal es habilitar un cuarto de baño o recurrir a un lugar aireado de la casa si no tenés un lavadero.
Digámosle adiós al cesto lleno de la ropa sucia, comencemos a lavar con más frecuencia. Perdamos el miedo al lavarropas y al olor a ropa húmeda, ya que ahora contamos con TENDER®!
¿Conocías estos consejos de la infografía de cómo lavar la ropa? Dejanos en los comentarios si sabés de otros. ¡Te leemos!
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